GERARDO LÓPEZ BONILLA, EL COLOR DEL ESPIRITU 

 

La puerta del convento se abrió, un olor a siglos salió detrás de la puerta; este olor se mezclaba con los perfumes de óleos y solventes en el ambiente del estudio ahí creado. La inmensidad del sitio provocaba misterio, pero un misterio que luego con el silencio se convertía en paz. Era un lugar muy de él, que había convertido en su territorio.

Su carácter serio, formal y fuerte contrastaba con su edad y con la vitalidad que reflejaba en su hablar y en la manera de expresarse que posee.

Fray Gerardo es originario de la ciudad de Puebla, prueba viviente de que la creatividad y la libertad no están separadas de la religión si así se desea. Este hombre muestra a sus casi 90 años un nutrido currículo, entre los que se destaca; el ser miembro de los carmelitas descalzos, pintor, escultor, vitalista, intervenciones arquitectónicas y de restauración.

A pintar aprendió porque en el convento sus superiores descubrieron su talento y lo alentaron a ser aprendiz del maestro Ricardo Martínez (quién perteneció en un inicio a la generación de muralistas y después a la ruptura) para después entrar a la academia de San Carlos en dónde tomó clases con Celia Calderón, se hizo merecedor de una beca y viajó a Paris lugar que lo marcó y que le permitió conocer las mejores técnicas de vitrales.

Su arte pictórico se destaca por ser figurativo, de composición vertical, normalmente mostrando un solo personaje mezclado con elementos geométricos y colores que guían hacia un marcado punto focal. Buscando siempre la introspección.Las esculturas se conforman por entramados abstractos pero también crean puntos focales. Y como punto medio entre estos dos artes se encuentran sus vitrales que mezclan de manera impresionante la abstracción y figuración con notable geometría y colorido.

Sus pinturas, esculturas y vitrales se cuentan por montones y se pueden encontrar en varios puntos de la república como lo son la ciudad de México, Torreón (altar principal de centro Saulo), Zamora y Tula, en el extranjero principalmente en España solo por mencionar algunos lugares.

Actualmente dedica sus días y su vida a la religión y a la vida artística en la tranquilidad de su entorno. 

Por Alejandro González.